El
asma se define como una
enfermedad
inflamatoria crónica o de vías aéreas que se caracteriza por una mayor
capacidad de respuesta del árbol traqueobronquial a una multiplicidad de
estímulos.
Se manifiesta fisiológicamente
por un estrechamiento generalizado de las vías aéreas, que puede aliviarse
espontáneamente o como resultado de la terapia y por paroxismos clínicos de
disnea, tos y sibilancias.
El asma es una
enfermedad episódica, con
exacerbaciones agudas intercaladas con períodos sin síntomas. Normalmente, la
mayoría de los ataques son de corta duración, de minutos a horas y clínicamente
el paciente parece recuperarse por completo después de un ataque.
Sin embargo, puede haber una
fase en la que el paciente experimente algún grado de obstrucción de la vía
aérea diariamente. Esta fase puede ser leve con o sin episodios graves
superpuestos, o mucho más grave. Si la obstrucción severa persiste durante días
o semanas, la condición posterior se conoce como estado asmático. En
circunstancias inusuales, los episodios agudos pueden causar la muerte.